El músico es llamado a la
música. Luego tiene que adquirir la suficiente habilidad para llevar su trabajo
a cabo, para desarrollar su don; y por último tiene que estar dispuesto a
ponerlo al servicio de los demás.
Este camino está plagado de
prejuicios internos y externos que tratarán de que no llegue a su fin.
El propósito es enumerar
algunos de estos prejuicios y la forma de eliminarlos: encontrar un hecho que lo
destruya.
Pongamos un ejemplo; uno de
los primeros prejuicios que tenemos que atravesar es el tamaño de las manos.
Dedos “gordos como morcillas” o “manos pequeñas” no son muy queridos por el
equivocado criterio común. Basta ver las manos de BB King o Elton John para dar
por tierra con esta creencia convincente pero falsa.
Otro muy común es el de
creer que los buenos músicos nunca se equivocan, que son una especie de
semidioses .separados por un abismo de nosotros. Puede sonar absurdo, pero si
nos sentimos derrotados cuando algo sale mal es que lo creemos en nuestro inconsciente...
Yo sufría de este mal en mis
sesiones de práctica hasta que un día mirando un video-clase de un famoso pude
romperlo. ¿Cómo? El protagonista tocaba un ejercicio. En eso se equivoca, se ríe
y lo corrige. Nada más simple. Agradezco a este artista que tuvo la delicadeza
de no borrarlo y editarlo con el error. Se mostró tal cual era: un humano que trabajaba
con seriedad y sentido del humor. Es muy liberador sacarse el enorme peso de la
perfección absoluta. Si, los genios se
equivocan. Obvio que también lo arreglan...
Otra experiencia muy
importante para mí fue ver en el Teatro Solís a un trompetista llamado Jimmy
Owens, en concierto. El espectáculo fue tremendo, alucinante. Luego fue a un
boliche a divertirse con músicos uruguayos tocando destensionadamente. Ahí ya
no era una estrella sino un músico que tocaba algunas frases muy buenas y otras
no tanto. Entonces comprendí que en Solís todo era perfecto porqué estaba muy
bien preparado; y realizado a un nivel de concentración importante. O sea
trabajo y performance. No magia...
A continuación haremos una
tabla de prejuicios en la música y su antídoto.
Prejuicio
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Hechos reales
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Dedos gordos no sirven
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Ver a B.B. King
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Manos chicas no sirven
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Ver a Elton John
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Los grandes músicos son semidioses
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Trabajan
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No poner el pulgar encima del mástil.
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Está bien en la guitarra clásica; pero es imposible
tocar técnicas de blues (ej. "Bends") sin apoyar el pulgar.
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Identificar un prejuicio
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Buscar cómo romperlo
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